¿CÓMO HA SIDO SU EVOLUCIÓN?
El uniforme de enfermería tiene su origen en el S. XIX, su diseño derivaba del hábito que usaban las religiosas encargadas de cuidar a los enfermos durante la guerra, ya que las monjas fueron “las primeras mujeres en asumir el papel de enfermeras”.
Te mostramos cómo ha evolucionado la indumentaria de enfermería (batas, delantales y cofias) a lo largo de los años, acorde a la practicidad, funcionalidad y seguridad de los pacientes.
Antiguamente, la enfermería, era una de las pocas profesiones a las que podía aspirar una mujer, desde entonces, muchos aspectos son los que han ido cambiando con el tiempo, especialmente sus uniformes.
Cambios a través del tiempo
Florence Nightingale es la madre de la enfermería moderna al realizar en 1854 servicios extraordinarios en el ámbito de la ciencia, el arte, la literatura y el ejército. Hizo que la enfermería se considerara profesión, abrió escuelas para mujeres y cambio el uniforme, implementando una falda gris al suelo, una chaqueta entallada adornada de terciopelo alrededor del cuello, con mangas que lucían encaje blanco y una cofia en la cabeza.
La Cruz Roja utilizaba un delantal blanco con su logo, que también se incluía en la cofia, debajo vestían una blusa azul. En los primeros años del siglo XX, el conjunto se blanqueó, se estrechó y se acortó.
1910
Las enfermeras se caracterizaban por llevar un largo vestido blanco hasta los pies con cuellos de pico. Un babero blanco cubría el torso de la enfermera hasta la cintura, donde los pliegues bajaban formando un delantal gigante.
Durante la Primera Guerra Mundial, los uniformes de las enfermeras cambiaron el decoro por la eficacia. Se estandarizó el uniforme blanco como sinónimo de pulcritud. Las mangas se diseñaron hasta los codos para permitir movimientos más fluidos a la hora de atender pacientes, y se agregaron bolsillos en los delantales al ver la necesidad de utilizar instrumentos como tijeras y vendas.
Años 20
Después de la Guerra, ninguna enfermera quería ponerse de nuevo los antiguos vestidos voluminosos y los gigantescos delantales de la década anterior.
Un simple vestido blanco que caía hasta los tobillos reemplazó el pesado traje del pasado y se convirtió en la nueva base del uniforme de enferma que conocemos hoy.
Años 30
El vestido blanco (o bata) con cuello y la cofia fue lo normal para las enfermeras durante esta década. Se solía acompañar con pantis de color blanco.
Años 40
Los delantales y uniformes se volvieron mucho más sencillos durante la mitad de los años 40. Se acortó la longitud del delantal, lo justo para proteger el frente del vestido, el dobladillo de la falda iba subiendo cada década un poquito más, siguiendo el estilo de las mujeres de la época.
De este modo, lavar un delantal contaminado era una tarea mucho más sencilla que tener que reemplazarlo por un nuevo uniforme limpio. Las enfermeras tenían que tener mucho cuidado de no propagar las enfermedades a través de su ropa.
Años 50
En la década de los 50 acorde al estilo de la época, las faldas y las mangas de las batas se hicieron más cortas, incluso se desmontaban y se sujetaban con corchetes al hombro.
En cuanto a los gorros o cofias, muchas veces eran piezas de papel dobladas que reemplazaron las elaboradas cofias de tela que llevaban las enfermeras durante la Primera Guerra Mundial.
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